Vapeo de cigarrillos electrónicos en Francia

En Francia, los cigarrillos electrónicos están permitidos y regulados tanto como productos de consumo como productos medicinales. La venta en línea de cigarrillos electrónicos está autorizada y su disponibilidad es amplia en comercios generales. Sin embargo, no se permiten declaraciones de salud que promuevan los cigarrillos electrónicos y existe una prohibición total de toda forma de publicidad. A diferencia de algunos otros países europeos, Francia no aplica actualmente un impuesto especial sobre los productos de cigarrillos electrónicos. El país cuenta con un marco regulatorio integral que regula la fabricación y venta de estos productos. Según la normativa, es obligatorio notificar los productos antes de su comercialización y los envases deben ser a prueba de manipulaciones y resistentes para niños. Además, es requisito que las advertencias sanitarias estén claramente visibles en todos los empaques. La venta está restringida a personas mayores de 18 años y la concentración máxima permitida de nicotina es de 20 mg/ml. También existen restricciones sobre la capacidad de los depósitos (máximo 2 ml), en cumplimiento con la normativa de la Unión Europea. Francia no impone restricciones sobre los sabores, pero el uso de cigarrillos electrónicos está prohibido en determinados lugares públicos. En 2022, Francia registraba aproximadamente 3,6 millones de vapeadores actuales, con una prevalencia de uso actual entre adultos del 6,7 % y una prevalencia de vapeo diario del 5 %. Según una encuesta de 2017, el 24 % de los adultos declaró haber probado los cigarrillos electrónicos al menos una vez. Los datos sobre percepción pública recogidos en 2017 señalan que el 62 % de los encuestados consideraba los cigarrillos electrónicos tan perjudiciales o más que los cigarrillos convencionales, mientras que el 21 % opinaba que eran menos nocivos y el 17 % no tenía una opinión definida.